miércoles, 28 de noviembre de 2012

NO SE ROGAR AMOR

                                              NO SE ROGAR AMOR
Aunque mis manos se agrieten en las sombras
Buscando tu imagen que desapareció de pronto,
Aunque mis labios en silencio te nombren.
Yo no sé rogar amor.

Aunque los pájaros le canten cada día
A mi corazón que se siente triste.
Aunque los silencios se asemejen a latidos
Que se alejan y resuenan allá lejos.
No sé rogar amor.

Mis manos conservan las caricias prometidas.
Y los sueños forjados entre besos
    Sin embargo mis manos se abren
Y te sueltan liberando los gestos,
Como a una paloma.
No sé rogar amor.

Y aunque en mi memoria sigan girando
Las ideas dulces,
Los proyectos truncos,
La música del alma
Que entornó los besos.

Si no llegas, aun esperándote,
Dejaré de amarte
Y de sentir que eres posible.
Me quedaré dolorido, pero libre
Tratando de levantar mis pasos
De rescatar alientos y
Guardar los besos,
De volver a las palabras nuevas,
A los sueños vírgenes
Y a los despertares.

Si; no estaré rogando amor
Ni mendigando caricias...

Nuevamente iré a los brazos
De quien crea que en mi muelle
Hay amarras para sus velas.

No haré penitencias ni moriré de pena
Puedo construir una morada nueva
Fuerte e intensa como la nuestra
Aunque sepa de su fragilidad en la tormenta.
No se rogar amor.



NO SE ROGAR AMOR


Amor Callado






Amor callado, que jamás se queja;
amor que, en la discreta madrugada,
sólo acierta a poner, junto a tu reja,
la ilusión de una estrofa perfumada.

Amor de un alma taciturna y vieja;
amor que es como música olvidada,
que tiene azul resignación de oveja,
que lo da todo y no pide nada.

Amor es eso, amar como te amo,
sin medir tu desdén, sin que un reclamo
haga que el alma de esperanza estalle.

Amor sin arrebatos y sin ruido,
que espera que tu hogar esté dormido
para pasar entonces por tu calle.